Las medias son el accesorio que completa cualquier look elegante, pero su fragilidad es legendaria. A menudo, la causa de su rotura no es solo el desgaste, sino también un cuidado inadecuado durante el lavado y el almacenamiento.
El cuidado de las medias y medias de nailon o licra requiere delicadeza y atención. Siguiendo estos sencillos pasos, puedes prolongar significativamente la vida útil de tus medias favoritas, manteniéndolas como nuevas por más tiempo.
1. Lavado: Lo mejor es lavar a mano, lavar a máquina solo con protección.
Para las medias más finas (10-20 deniers) y más caras, lavarlas a mano sigue siendo la solución más segura.
Máxima delicadeza contra las estrías:
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Lavado a mano (método recomendado):
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Llena un recipiente con agua fría o tibia (nunca caliente, ya que daña el elástico).
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Añade un detergente delicado o uno específicamente diseñado para prendas de seda/lana.
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Déjalo en remojo de 10 a 15 minutos. Frota suavemente solo los pies y la cintura.
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Enjuague bien con agua fría.
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Lavado a máquina (método rápido):
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Dale la vuelta a las medias.
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Colóquelos siempre en una bolsa de malla para prendas delicadas para protegerlas de cremalleras o ganchos.
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Utilice el ciclo Delicado/Lana y agua fría, con una velocidad de centrifugado muy baja.
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2. Secado y uso de suavizante de telas
La elasticidad es la clave para la durabilidad de las medias, y el calor es su enemigo jurado.
Conservar elastano (lycra):
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Sin suavizantes químicos: El suavizante puede dañar las fibras elásticas. Una alternativa eficaz es añadir una cucharada de vinagre blanco al ciclo de enjuague para suavizar la tela.
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Secado natural: Nunca uses secadora ni seques las medias cerca de fuentes de calor. El calor degrada el nailon y la licra.
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Método de secado: Escúrralos suavemente con una toalla limpia. Luego, cuélguelos para que se sequen, evitando usar pinzas de ropa.
3. Almacenamiento: ¿Plegado o enrollado?
Incluso la forma en que guardas tus medias en el cajón puede afectar su integridad.
Protéjase de los "agujeros ocultos":
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La bolsa o caja: No dejes medias sueltas en el cajón con sujetadores u otras prendas que puedan tener ganchos. Enróllalas con cuidado y guárdalas en una bolsita de tela o en una caja aparte.
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El truco del hielo: Si notas una pequeña corrida, puedes congelar las medias en una bolsa de plástico durante la noche. El frío fortalece temporalmente las fibras, lo que reduce la probabilidad de que se deshagan.
La durabilidad es cuestión de pequeños gestos
Cuidar las medias finas no es complicado, pero sí requiere disciplina para lavarlas con suavidad y secarlas al aire. Lavándolas a mano o usando una bolsa protectora en la lavadora y guardándolas lejos de objetos afilados, tus medias te lo agradecerán, ya que durarán mucho más y se deshilacharán menos.
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